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Abanicos y Pericones
Abanicos flamencos y pericones profesionales hechos en España. Elige tu abanico ideal para clases o escenario: resistentes, elegantes y con presencia. Compra online modelos en distintos colores y medidas.
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Abanico español pintado (23 cm) - Bouquet
Abanico español pintado (23 cm) - Floral
Abanico Pericón (23cm) - Encaje
Funda Abanico Terciopelo - 23 cm
Abanico flamenco (19 cm) - Lunares rojos pintado a mano
Abanico pintado a mano (19 cm) - Lunares fuxia
Abanico pintado a mano (19 cm) - Lunares turquesa
Abanico flamenco (19 cm) - Lunares negros pintado a mano
Abanico Medio Pericón (27cm) - Encaje
Abanico Pericón (33 cm) - Encaje
Abanico flamenco (19 cm) - Lunares blancos pintado a mano
Abanicos flamencos: el arte en movimiento
El abanico flamenco es uno de los complementos más icónicos del folclore español. Ligado al baile y a la elegancia andaluza, aporta fuerza visual, carácter y ritmo al vestuario. Más que un simple accesorio, el abanico es una extensión del cuerpo en escena: acompaña el movimiento, aporta expresividad y se convierte en una herramienta clave para comunicar con el público.
Los abanicos pericones, más grandes que los tradicionales, son los preferidos en el baile flamenco. Su tamaño les da protagonismo, permitiendo crear figuras amplias y gestos teatrales. Utilizados en clases, ensayos y sobre todo en actuaciones, el pericón es el abanico por excelencia de las bailaoras. Su uso correcto aporta dinamismo, elegancia y un nivel estético que realza cualquier coreografía.
En TAMARA Flamenco contamos con una selección de abanicos flamencos hechos en España, pensados tanto para profesionales como para estudiantes. Modelos resistentes, ligeros y con acabados cuidados que se adaptan perfectamente a las exigencias del baile. Porque sabemos que un buen abanico no solo debe verse bien: debe responder a cada movimiento con precisión y fluidez.
Pericones de baile: técnica y presencia
El abanico pericón destaca por su gran tamaño y su estructura reforzada. Está diseñado específicamente para ser usado en el baile flamenco, donde su presencia escénica y sonoridad juegan un papel importante. Abierto, enmarca al cuerpo; cerrado, sirve como recurso coreográfico. Su manejo requiere técnica, pero también ofrece posibilidades creativas infinitas para quienes dominan su uso.
Una recomendación fundamental es elegir un pericón que contraste con el vestuario. Este contraste no solo añade color, sino que mejora la visibilidad del complemento en escena. Ya sea en blanco, negro, rojo o colores más atrevidos, el abanico debe destacar frente al fondo del traje, amplificando la expresión corporal y captando la atención del espectador.
Nuestros pericones están disponibles en distintas medidas, pensados para adaptarse a diferentes niveles de experiencia y tipos de espectáculo. Si no encuentras el color o tamaño exacto que necesitas, podemos ayudarte a personalizarlo. En TAMARA Flamenco trabajamos para ofrecerte el abanico perfecto, que encaje con tu estilo y potencie tu presencia escénica.
Calidad, resistencia y fabricación española
Todos nuestros abanicos flamencos están fabricados en España, con materiales seleccionados por su ligereza, durabilidad y belleza. Utilizamos varillas reforzadas y telas resistentes al uso constante, asegurando que cada pericón soporte sin problema los ensayos, las clases y las actuaciones más intensas. Porque un buen abanico debe aguantar tanto como tú en el escenario.
Los acabados están pensados para garantizar un manejo cómodo, con una apertura suave y precisa. Desde abanicos para principiantes hasta pericones profesionales, en nuestro catálogo encontrarás opciones adaptadas a cada nivel. Todas nuestras piezas son revisadas cuidadosamente para que puedas confiar en su calidad desde el primer uso.
Compra tus abanicos pericones online de forma rápida y segura en TAMARA Flamenco. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento personalizado, estamos a tu disposición. Queremos que encuentres el abanico que te acompañe en cada ensayo, cada paso y cada aplauso. Porque el flamenco también se baila con las manos… y con un buen abanico.



